Los Chicos en Chicago

Foto de Oct 2006


Aquí estamos todos: DelVecchio, Valeria, Guillermo, Ursula y al frente Roge. Fué en ocasión del maratón de 25 millas de Chicago. Valeria vino de NC a correr y logró terminar, a gritos y sombrerazos, pero corrió las 5 horas. ¡Cojones!



El sábado pasado - Marzo 17, 2007 - estuvimos en Champaign-Urbana viendo a Úrsula competir en sus eventos de gimnacia por el equipo de la Universidad. La verdad es que hace tiempo que quiero que se salga ya de las competencias de gimnacia. Me parece como si estuviera en un campo militar, con 4 ó 5 horas de rígido entrenamiento diario. No le veo razón a eso. LLeva como 15 años en lo mismo. Desde que era casi una bebita, flaquita y palilluda. No insisto en un retiro porque ella dice que le gusta esa rutina de soldado y porque se sostiene bien en las calificaciones y mantiene un horario escolar de tiempo completo. Me gustaría que dedicara otra vez tiempo a las clases de flamenco: bailaba muy bonito.

DelVecchio anda en lo mismo. Entusiasmadísimo en su gimnacia. Asiste al gimnacio de Buffalo Grove. Un gimnacio muy estructurado y de fama nacional entre los gimnastas. Pero así es de caro tambien. Y el gasto crece con sus viajes esta temporada a Nevada, California, Texas, Michigan, Oklahoma. Viajes voluntarios, pero ¿cómo no lo mando?

Pero si los gastos son un obstáculo, por lo menos lo mantengo ocupado 5 días a la semana de 5 pm que lo lleva Roge al gimnacio hasta las 9 y media que llega mamado a dormir. No tiempo pa’las pendejadas de los muchachos de hoy.

Estos dos han salido muy derechos hasta ahora. Es más, con ninguno de los tres he tenido el más mínimo problema. Valeria misma, está a punto de terminar su segundo master en Durham, NC. Su futuro pinta muy bien. Me gustaría que empezara su propio negocio, su oficina de consultante ambiental o algo así.

Valeria habla y escribe español perfecto. Ursula “se defiende” diría yo que se defiende bien y DelVecchio medio habla 3 frases. Y llevo casi dos años empujándolo. Necesito mandarlo a Colombia un mes a que despegue máquina. A que suelte la lengua.

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