Ya por fin aparece esporádicamente el sol en el norte de los EU. Despedimos a los peores meses del invierno de cada año: enero y febrero. Pero el frío y los días de nubes sombrías y tristes se ciernen sobre Chicago de noviembre a marzo.
Ya al terminar los días lúgubres me encuentro yo con depre, pesimismo y nostalgia existencial. El sol me vuelve a la vida. O nos vuelve. Todo el mundo anda jarto de lidiar con la nieve y el frío… y cada año es lo mismo: “nos tenemos que ir a vivir a clima caliente”.¡Que va! Así pasan los años… y un día llega la pálida con su cantar de despedida y reproches. ¡Hubieras vivido distinto Guillermito! Nunca te diste cuenta que tus días eran cortos… y ahí… esperando… ¿esperando a qué?
Planeo esta primavera y verano montar diario 2 horas diarias en bicicleta. Este es otro asunto desvastador: la gordura, la obesidad que siempre se empeora en el invierno.
Y planeo volar agresivamente en lo que a horas se refiere. Le apunto a 200 horas. Algo ambicioso el número, pero es la meta: 10 horas semanales. Tengo planeados varios viajes en la avioneta, entre ellos uno a Miami y y de pronto otro a las islas Caimán. ¿será que sí? Todo depende de las energías y del estado mental, no sin dejar de mencionar, de un copiloto. Viajar solo, íngrimo es muy aburridor.
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